(Español) Medicos sin Fronteras socorre 629 personas en el Mediterraneo y Italia, Malta y España juegan con sus vidas

629 personas fueron rescatadas durante la noche del sábado 9 al domingo 10 de junio de parte del barco Aquarius, en el mar entre Libia y Italia, pero desembarcaran en Valencia, en España, y no en el puerto seguro más cercano como deberia ser. El buque llevó a cabo seis operaciones de rescate y transferencia en el lapso de nueve horas, todas bajo las instrucciones del Centro de Coordinación de Rescate Marítimo Italiano (IMRCC).
Aquarius es un barco del proyecto de búsqueda y rescate de personas que riesgan su vida cruzando el mar Mediterraneo, puesto en marcha de parte de Medicos sin Fronteras (MSF) después que la operación italiana de socorro “Mare Nostrum” fue cancelada en 2015. En Aquarius colaboran la ong SOS Méditerranée, con una tripulación de rescate, y Medicos Sin Fronteras, con un equípo medico, además que una tripulación náutica y técnica.
MSF cuenta como el rescate de 2 botes de goma se volvió crítico cuando un bote se rompió en la oscuridad, dejando más de 40 personas en el agua. Después de rescatar a 229 personas de estos barcos, la IMRCC solicitó al Aquarius que aceptara la transferencia de personas que fueron rescatadas por la marina italiana y los guardacostas el 9 de junio. El Aquarius recibió una transferencia de 129 personas del barco de la Guardia Costera Italiana (CP 312), seguido de otros 64 de un segundo barco de la Guardia Costera italiana (CP 319) y finalmente 88 sobrevivientes de un tercer barco de la Guardia Costera italiana (CP 267). Posteriormente, el buque San Giusto asistió a los equipos del Aquarius para una transferencia final: 119 personas fueron transferidas del barco mercante italiano MV Jolly Vanadio al Aquarius.
La MRCC italiana coordinó todas estas acciones desde el principio y asumió la responsabilidad del rescate de todas estas personas. Sin embargo, a pesar de trasladar a las personas rescatadas por la marina italiana y por los guardacostas al Aquarius, la MRCC italiana se negó a asumir la responsabilidad de llevar a las personas rescatadas a un puerto seguro, mientras el nuevo ministro del interior italiano Matteo Salvini declaraba de cerrar los puertos de Italia al desembarque de los migrantes, y estos se quedaron a la espera de una solución entre Malta y Sicilia hasta las 13:25 del 12 de junio, cuando el Aquarius ha recibido instrucciones para desembarcar a las 629 personas en Valencia, después la propuesta del nuevo primer ministro español Pedro Sanchez de acogerlos en España. A las 16:15 del mismo día, el Centro de Coordinación de Rescate Marítimo Italiano (IMRCC) ha impuesto de empezar a transbordar a 400 personas a 2 barcos de la Marina italiana, resultando muy extraño, porque estas personas rescatadas fueron transferidas al Aquarius desde la Marina y la Guardia Costiera italianas el pasado sábado. Con los otros 229 rescatados que quedan en la Aquarius, se dirigireran a Valencia.
Motivos políticos fuerzan entonces a estas personas, exhaustas, a soportar un viaje aún más largo, además que reducir mucho la capacidad de salvamento en la zona de rescate por los próximos días. “Esto muestra – recuerda Karline Kleijer de MSF – cómo Europa ha perdido su moral en el Mediterráneo. Las personas rescatadas en el mar deben desembarcar en el puerto más cercano y seguro”.
Entre los 629 rescatados hay 11 niños pequeños, 123 menores no acompañados, más de 80 mujeres y 7 embarazadas, y todas estas personas, ya de por sí exhaustas, tendran que soportar 4 días más en el mar, expuestos a los elementos en la cubierta.
“El desembarco no se puede retrasar más”, había explicado unas horas antes de la instrucciónes de la IMRCC el mismo día 12 de junio el doctor David Beversluis, médico de MSF a bordo del Aquarius. “La prioridad debe ser desembarcar inmediatamente a las 629 personas, en el puerto seguro más cercano. La situación médica a bordo se mantiene estable por ahora, pero la gente está exhausta y estresada”. MSF ha declarado de ser “especialmente preocupada por varios pacientes críticos que sufrieron ahogamiento e hipotermia y que fueron reanimados por los equipos. Estos pacientes están siendo estrechamente vigilados a bordo, ya que pueden desarrollar rápidamente problemas pulmonares significativos después de aspirar agua de mar. Muchas personas rescatadas han reportado aspiración y, por lo tanto, están en riesgo de desarrollar enfermedad pulmonar o neumonía en los próximos días. Hay 21 pacientes que han sufrido quemaduras químicas graves después de haber estado expuestos a una mezcla tóxica de agua de mar y combustible durante un período prolongado. Estos pacientes se encuentran estables pero necesitarán un cuidado continuo de las heridas y cambios de los vendajes en los próximos días y semanas. Finalmente, hay varios casos graves de ortopedia con infecciones asociadas que requieren evaluación quirúrgica inmediata y operaciones que no pueden ser proporcionadas en el barco”.
“Negar el desembarco a personas desesperadas rescatadas en el mar – había sentenciado Aloys Vimard, coordinador de proyecto de MSF a bordo del Aquarius – no puede considerarse como una victoria: es la respuesta equivocada a la falta de responsabilidad y de reparto de la carga entre los Estados miembros de Union Europea”.
Miercoles 13 de junio esta prevista la llegada en Catania de otros 937 migrantes rescatados del barco “Diciotti” de la Guardia Costiera italiana en distintos interventos en el Mediterraneo central. El 9 de junio habian llegado en Reggio Calabria el barco “Sea Watch 3” con 232 migrantes socorridos en los días anteriores en el Canal de Sicilia, y en Pozzallo 109 personas en el barco “Diciotti” y 126 en la “Seefuchs”, de la Ong alemana Sea Eye. El día antes el ministro Salvini había declarado que “ciertas ong no hacen voluntariado, si no negocios, y son como taxi por los migrantes”. El 10 de junio, después la negación de Malta a la acogida de los migrantes, Salvini anuncio también el cierre de los puertos italianos a los barcos de rescates de las ong internacionales, afirmando en twitter: “desde hoy también Italia empieza a decir no al trafico de seres humanos, no al business del inmigracion clandestina. Mi objectivo es garantizar una vida tranquila a esta gente en Africa y a nuestros hijos en Italia”. Parece clara entonces la acusación de Salvini al barco de rescate Aquarius, cuando el unico objectivo de MSF es salvar vidas humanas para cumplir con su misión social, tanto en el Mediterraneo como en los cientos de proyectos que gestiona en el mundo para traer ayuda medico humanitaria independiente en contextos de emergencias. MSF ha atendido desde 2015 más de 76.000 personas en el Mediterráneo, donde solo en 2017 han muerto más de 5.000 personas, y todas las operaciones se realizan con la coordinación de la Guardia Costiera Italiana y el Centro de Coordinación de Rescate Marítimo Italiano (IMRCC) y en el respeto de las leyes marítimas, entonces las declaraciones del nuevo ministro del interior italiano Salvini suenan particularmente graves.
La decision de España de acoger a los 629 rescatados de la Aquarius, si de un lado parece ofrecer una solución al rechazo de desembarque en Italia y Malta, además que apruebar indirectamente la conducta dañina de los gobiernos italianos y malteses, pone las personas ya traumatizadas por las violencias de los traficantes en el viaje a través de Libia y por el Mediterráneo, a los riesgos de otros días de navegación. Y también las expone a una posíble instrumentalización de parte del nuevo gobierno español guiado de Pedro Sanchez (PSOE), que sucede a Mariano Rajoy (PP) en un momento muy complicado de la política interna española, y que posiblemente es en búsqueda de consenso. El nuevo leader habría podido, junto a otros de los estados miembros de Unión Europea, hacer presión para un desembarque más rapido de los migrantes en un puerto más cercano a la posición del Aquarius, como varios ofrecidos de parte de alcaldes italianos o de Corsica, y organizár en un segundo momento una eventual acogida de parte de las personas rescatadas en el mar, después la primeras operaciónes de socorro y identificación.
Es importante decir que el 17 de junio de 2016, MSF anunció que no iba a recibir más fondos de la Unión Europea y de los Estados miembros, “en oposición a sus dañinas políticas de disuasión e intensificando los intentos de empujar a las personas y su sufrimiento lejos de las costas europeas”. Esta decisión entró en vigencia inmediatamente y se aplicó a los proyectos de MSF en todo el mundo. Tras la decisión y el anuncio del gobierno italiano a finales de julio de 2017 de imponer un “Código de conducta” a las organizaciones que realizan actividades de búsqueda y rescate, MSF anuncio el 31 de julio de 2017 que se negaba a firmar, citando sus restricciones y violaciones de los principios humanitarios. Esto incluía tener oficiales de policía armados a bordo, y ser obligados a dirigirse directamente a un puerto de desembarco, en lugar de transferir rescatados a otro barco, disminuyendo la capacidad de búsqueda y rescate. Así MSF quiere conservar su independencia de acción humanitaria, dirigida desde personal medico sanitario hasta personas, y financiada casi interamente desde personas.